Teoría o verdad del Ebro


Se debatía sobre la necesidad de dragar el Ebro. Fue hace ocho años en la Facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza. La mesa redonda estaba organizada por asociaciones ecologistas. Diferentes grupos defensores del medioambiente, representantes de la administración, de la Confederación Hidrográfica del Ebro exponían sus argumentos. Agricultores y ganaderos tenían pequeña o nula representación. Fue uno más de los muchos actos organizados, en las últimas décadas, para defender el no dragado del Ebro. Con argumentaciones teóricas transcurrió el debate. 

Sobre nuestro río y el medio ambiente se ha teorizado mucho durante años. Mientras tanto el barro y la grava, además de la maleza y troncos, se han ido sedimentando en el fondo y en las orillas de la Ribera Alta y Baja..
Resultado: metros de sedimento que provocan roturas de motas que anegan tierras de cultivo y se acercan peligrosamente a las poblaciones. En la Ribera Alta más de 3000 hectáreas anegadas; otras tantas en El Burgo, Villafranca, Fuentes, Pina y Quinto donde también se está pendiente de que el agua no llegue a la población..

Hace 50 años se dragaban los ríos, había flora y fauna autóctona en abundancia y la riadas llegaban naturalmente,  sin desalojar pueblos. El ser humano es tozudo y la naturaleza más. No se pueden poner puertas al campo y olvidarse de las obligaciones con un río que nos da vida.

En 2015, en 2018, volvemos la cara al cauce… solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Lo hacermos, a pesar de que los agricultores y ganaderos de la ribera, llevan años solicitando el dragado seguro del Ebro.
Así lo reclama el alcalde de Quinto, Jesús Morales, hoy reforzando sin tregua las motas que se abren con la fuerza del caudal. Lo  piden insistentemente los alcaldes de la margen izquierda y derecha, los agricultores que han perdido, previsiblemente , toda la cosecha.

Los hortelanos no dejan de mirar la huerta de Las Fuentes en Zaragoza. Desde que la isleta, frente a la desembocadura del Gallego, se ha hecho grande y no se limpia, sus tierras de cultivo se anegan. "¿Vamos a priorizar una política ecológica que no sabemos a qué fauna protege, frente a todas las personas que se ven afectadas? afirma Manuel Calle, presidente de la Asociación de Hortelanos de Zaragoza.

¿A quien interesa todo este ahogo? ¿Porqué no se escucha a los que saben?
Una excelente obra de teatro en Madrid, Muñeca de porcelana, habla de los finos hilos que mueven el poder y el mundo.  Una interesante lectura para tardes de riada.

Son días de mirar al Ebro y no olvidar que nos da vida.


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