Carmen

Siempre está despierta.
Siempre alerta.
Siempre es.

Nunca no.
Nunca dolorida.
Nunca la he visto caer.

Ayer y cada minuto ella me lo enseña todo. Me hizo crecer con la seguridad del valor de ser una mujer independiente y libre. Ella que, por razones ligadas a su fecha de nacimiento, tenía que esconderse debajo de las sábanas para leer relatos románticos, me contagió la costumbre de degustar las palabras.


La recuerdo en la cocina preparando café de "puchero" y 
deliciosas "tortas de masa". El colegio se tornaba más amable con un desayuno que nacía del amor.

La recuerdo con sus elegantes pantalones en las bodas. Ella los hacía y los hace elegantes.

La recuerdo trabajando en el campo dando el biberón a los pequeños cabritillos que necesitaban leche y cariño.

Como muchas féminas de su época no pudo estudiar bachillerato ni mucho menos una carrera universitaria, pero su sabiduría supera con creces cualquier certificado enmarcado. Es su gran y única asignatura pendiente, haber podido desarrollarse profesionalmente.
Le encanta el cine, el teatro, la música, la literatura y reír a carcajadas.

Cuida de su familia con primor y con la naturalidad de quien solo desea vivir cada día en paz. Lo imposible lo convierte en sencilla tarea. Hace real el milagro de los panes y los peces. Conversa y debate sobre el hambre en el mundo, con unos gramos de harina elabora el bizcocho más exquisito del planeta y la burocracia  puede con su paciencia. Es optimismo vital en cada gesto.

Hoy es su santo.
Hoy se celebra a la patrona del mar.
Hoy se ha felicitado a muchas mujeres como ella.

Se llama Carmen y es una hermosa mujer que, en los buenos y malos momentos, ha mantenido intacta su serena sonrisa. Para cada uno de nosotros siempre tiene una frase que nos hace sentirnos únicos. Es fusión etraordianria de corazón y razón. Lleva toda una vida haciéndonos felices y enseñándonos a serlo.

Felicidades, en esta jornada de estio, a quien me dio la vida.

Comentarios

Entradas populares